Joyería en la historia del arte: cuando los retratos son el mejor escaparate

03 abril 2020 / historia joyas joyas perlas retratos

Las joyas no sólo son pequeñas obras de arte en sí mismas, sino que además han sido utilizadas por los artistas y las personas a las que éstos retrataban a lo largo de toda la historia como símbolos de poder o exquisitos adornos para las pinturas en las que aparecen. Desde el Monte de Piedad, con experiencia en la tasación de alhajas superior a los 600 años, hacemos un pequeño repaso por algunas de las joyas y pinturas más icónicas de la historia del arte.

La perla peregrina ha sido una joya retratada en varias ocasiones a lo largo de la historia y de diversas maneras. La lucieron Felipe II y Felipe III —al que podemos ver retratado por Velázquez y mostrando la perla junto a la pluma de su sombrero—, Isabel de Borbón y José Bonaparte. Además, distintas fuentes atribuyen esta joya también a María Tudor, a quien podemos ver en varios cuadros —como éste que mostramos de Antonio Moro—, luciendo una perla que si no es la misma, se parece increíblemente. Por su parte, Elizabeth Taylor, que recibió la perla como un regalo de Richard Burton, la utilizó durante toda su vida, permitiendo que la joya fuera retratada también en el cine en la película Ana de los mil días.

Si hubo un artista que supo dar vida en sus cuadros a las joyas que en los posados lucían las reinas, princesas y nobles de toda Europa, ése fue Frans Pourbus El Joven. Este artista renacentista flamenco supo plasmar a la perfección y con una exquisitez única tanto los tejidos como las joyas y ornamentos que pintó, sin olvidar ni un sólo destello. Quizás las piezas que retrata junto a estas importantes mujeres de la historia no tengan historias fascinantes, pero merece la pena apreciar la belleza y delicadeza del trazo y el mimo en el tratamiento que reciben los detalles en sus cuadros.

No hay duda de que María Antonieta fue lo más parecido a una influencer de su tiempo, y podemos ver en muchos de sus retratos su aprecio por las joyas, que utilizaba sobre todo a modo de collares y diademas. No solo eso, sino que, en uno de los episodios más curiosos de la historia de Francia, la corona francesa y la propia María Antonieta perdieron su prestigio por lo que se conoce como “El Asunto del collar”, una estafa histórica precedente a la Revolución Francesa que llegó a hacer caer, por el robo de un collar de la familia real, el precio de todos los diamantes de París. Los ornamentos de la reina de Francia más famosa fueron retratados en muchísimas ocasiones, como en estos cuadros, pero también en la película de Sofía Coppola María Antonieta, por la que la estilista Milena Canonero ganó el Oscar al mejor vestuario.

De retratos de joyas pasamos a joyas que son portaretratos, pequeñas esculturas, decoración o en definitiva obras de arte en miniatura, como los preciosos huevos de Fabergé, que fascinaron tanto al Zar Nicolás II de Rusia que hizo a Peter Carl Fabergé joyero oficial de la familia real rusa. No hay duda de que Alexandra Romanov era toda una apasionada de las joyas, pero si los últimos zares son recordados por una pieza en concreto en la historia de la joyería es por los 61 huevos de Fabergé que aún se conservan a día de hoy, pequeñas piezas de altísima joyería e inigualable belleza, inspiradas en el arte clásico, renacentista, barroco o el Art Nouveau, que Nicolás II le regalaba a su esposa cada año.

En el cuadro de Franz Xaver Winterhalter se aprecia la que es la primera tiara diseñada por un príncipe consorte para su reina, aquella que Alberto de Sajonia le regaló a la Reina Victoria de Inglaterra. Esta espectacular tiara de esmeraldas de aire gótico y sobre la que la Reina escribiría en su diario inició la tradición de la familia real inglesa de regalarse joyas modificadas por ellos mismos y ha quedado plasmada en este retrato familiar de 1846.

Family of Queen Victoria, por Franz Xaver Winterhalter (wikicommons)

Estas han sido sólo algunas de las piezas de joyería más emblemáticas retratadas en obras fundamentales de la historia del arte, pero hay muchísimas más. Las joyas son símbolos, ornamentos, accesorios, pero sin duda un elemento que eleva la imagen de quien las lleva y que desde Monte de Piedad ofrecemos a precios asequibles en nuestras subastas mensuales, cuyos beneficios van destinados a financiar las obras sociales de Fundación Montemadrid.

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